miércoles, 25 de julio de 2012

Caminar hacia una educación reparadora

Quilumpa, Santiago del Estero.
Llegando el cierre de esta primer etapa del blog, quiero contar que lo que intenté hacer fue un simple "pantallazo" acerca algunos temas que me parecían que se vinculaban con la educación rural y, en especial, con los parajes que fui a misionar en Añatuya. Creo que no puedo elaborar una conclusión al respecto que dé una solución o una mejora, porque creo que el tema requiere de un ir "haciendo camino". Lo que sí creo es que, en este ir "haciendo camino", una de las maneras de abordar la educación en los parajes que conocí es desde una "educación reparadora". Plantear una educación que repare brechas, que sea camino de inclusión. Y quiero terminar con lo siguiente:
"La educación desde su sentido reparador nos impulsa a trabajar con más empeño para dignificar la vida de nuestros hermanos. Reparando la falta de confianza en sí mismo y la capacidad de aprender significativamente explorando los talentos que habitan en cada persona."

domingo, 10 de junio de 2012

"Procuren enseñar a un niño lo que es útil para su edad"

Es necesario plantear la educación teniendo en cuenta la necesidad individual; Es importante partir de la diversidad y educar teniendo en cuenta las características de cada alumno. Una de las cosas que plantea Rousseau en "Emilio" es la de procurar enseñar a un niño lo que es útil para su edad. Plantea entonces la necesidad de poder personalizar la educación dependiendo de los ritmos de cada niño, de su edad y de sus capacidades. 
Me parece importante tener en cuenta esto a la hora de querer plantear un cambio en la educación en Añatuya. Para mejorar la educación de esos parajes no tenemos que imitar alguna escuela considerada "buena" de Capital Federal y llevarla a suplantar la Escuela Nº 938. Sino, partir de esa misma escuela, de las necesidades y características de cada alumno y más, de cada persona, del ambiente cultural en el que están insertos y desde ahí, desde esa realidad, plantear un proyecto para mejorar la calidad educativa. 
El Hoyo, Santiago del Estero.
Es conveniente que un hombre sepa muchas cosas cuya utilidad no puede comprender un niño, ¿Pero necesita o es posible siquiera que aprenda un niño todo lo que importa que sepa el hombre? Procuren enseñar a un niño todo lo que es útil para su edad, y se darán cuenta de que es más que suficiente para llenar su tiempo ¿Por qué quieren, en detrimento de los estudios que actualmente le convienen, aplicarle los de una edad a la cual es incierto haya de llegar? Ustedes me dirán: ¿Habría tiempo para aprender lo que debe saberse cuando llegue el momento de hacer uso de ello? No lo sé, pero lo que sí sé es que no es posible aprenderlo antes, porque la experiencia y el sentimiento son nuestros verdaderos maestros, y el hombre nunca sabe lo que le conviene más allá del círculo en que se ha desenvuelto. El niño ha de llegar a hombre; todas las ideas que del estado de hombre puede forjarse resultan para él motivos de instrucción, pero acerca de las ideas de este estado, las cuales exceden a su capacidad, debe permanecer en absoluta ignorancia. Todo mi libro no es más que la prueba ininterrumpida de este principio de educación. 
Fuente: Rousseau, Emilio o de la Educación.

jueves, 7 de junio de 2012

Vencer la desnutrición es mejorar la educación

El problema de la desnutrición infantil es uno de los más graves en la diócesis de Añatuya. Más allá de las carencias en la condición educativa de estas escuelas rurales que van desde: no tener un libro de texto hasta no poder asistir a la escuela, la mala alimentación es una de las causas más profundas de la "mala" educación. 
Desde los pocos parajes que conozco de la diócesis: Lilo Viejo, Libertad y El Hoyo, puedo afirmar esto recordando las visitas a las casas que solemos hacer con el grupo misionero. Tema recurrente de todos los padres y las madres es el de la problemática educacional: que no haya escuela secundaria, que el director de la escuela no esté realmente comprometido, que un día haya maestro y al otro no, que los chicos no tengan acceso a libros y otras cosas más... son temas que uno escucha repetir en la mayoría de las casas. 
Quizás muchos padres ignoran que la alimentación es también una de las claves para mejorar a largo plazo la educación de sus hijos. Quizás algunas familias sean más concientes de esto y quieran mejorarlo. Así, mientras los padres trabajan en el monte, algunas madres se dedican a organizar el comedor de la escuela. Ellas van por turnos a cocinarles a los chicos, consiguen algunas donaciones y hasta a veces ponen una persona específica que se encargue de la comida del medio día. 
Sin embargo, más allá de que algunos sean más concientes que otros, la mayoría de estas familias carecen de recursos necesarios para darles a sus hijos una buena nutrición que se transforme en el sustrato de su "buena" educación. 
El siguiente texto es de una Asociación Civil que trabaja en Añatuya desde el 2006 llamada "Haciendo Camino". Uno de sus trabajos en la zona fue un Centro de Prevención Contra la Desnutrición Infantil y Promoción Humana en el Barrio La Merced Añatuya, Santiago del Estero. 

El Hoyo, Santiago del Estero.
Fundación CONIN: Invertir en inteligencia 
Si vamos a hablar de educación, es fundamental tener en cuenta que debemos preservar el cerebro, ya que podemos tener la mejor semilla del mundo, pero si no tenemos un “sustrato”, una tierra adecuada donde sembrarla, nunca germinará, o lo hará muy precariamente. El sustrato en el que debemos “sembrar” la educación, sería el cerebro. Mientras mejores sean sus condiciones, tanto mejores serán los resultados. Sin cerebro no hay educación posible; sin sustrato, sin tierra preparada, no hay semilla que germine. 
Los estragos que provoca la desnutrición que se padece en la primera infancia son los más lamentados por una sociedad, ya que en esta etapa el mayor impacto lo sufre el cerebro. La suerte del sistema nervioso central está determinada en los primeros 14/18 meses de vida. Si durante este tiempo, el niño no recibe una adecuada ingesta de nutrientes y estimulación adecuada, se transformará en un débil mental. 
“Hay que hacer con la vida, como un arquero que tiene un blanco”, decía Aristóteles; pues bien nuestro blanco debería ser proteger el cerebro de los niños en el vientre materno, y en los primeros 18 meses de vida, ya que es en ese tiempo cuando se sella la suerte del sistema nervioso central (SNC). La principal riqueza de un país, es su capital humano, y si ese capital está dañado, el país no tiene futuro. Luego la educación hará la diferencia. Solo con educación, nuestra gente tendrá salidas laborales dignas. Vivimos aquí y ahora para hacer grandes cosas juntos, y es necesario entender que para salir de esta grave crisis, los gobiernos, junto con las ONG, y la comunidad toda, debemos trabajar. Ninguno de estos tres actores individualmente podría. 
La nutrición adecuada 1º y la educación, después, debería ser una definitiva política de estado. El valor agregado de cualquier individuo, en este mundo competitivo y globalizado, es sin duda la educación, pero antes será necesario entender que es fundamental preservar el cerebro.
Fuente: http://haciendocamino.org.ar/

lunes, 4 de junio de 2012

"El cuidado de la instrucción es amor" (Sab 6, 17)


Libertad, Santiago del Estero.
En la dimensión eclesial se fundamenta también la característica de la escuela católica como escuela para todos, con especial atención hacia los más débiles. La historia ha visto surgir la mayor parte de las instituciones educativas escolares católicas como respuesta a las necesidades de los sectores menos favorecidos desde el punto de vista social y económico. No es una novedad afirmar que las escuelas católicas nacieron de una profunda caridad educativa hacia los niños y jóvenes abandonados a sí mismos y privados de cualquier forma de educación.
Fuente: Congregación para la educación católica, la Escuela Católica en los umbrales del Tercer Milenio. 

Caminando a la escuela

Un simple testimonio de dos maestras que refleja algo de la realidad vivida allá: 
Libertad, Santiago del Estero.
 Un día en la escuela Nº 696:
El lunes 20 de agosto partimos para Santiago del Estero.
Llegamos a Añatuya luego de 10 horas de viaje en auto y allí pasamos la noche. Al día siguiente tardamos alrededor de una hora en llegar a la escuela que queda en Los Juries a 60 km de Añatuya. Nos recibieron con una muy cariñosa bienvenida. Los alumnos nos esperaban con gran impaciencia. Algunos se acordaban de nosotros del viaje anterior. Fue un día de fiesta para “compartir” entre dos comunidades educativas tan lejanas y tan diferentes. De eso nos enriquecimos: “de las diferencias”.
Los alumnos de esta escuela no son niños comunes. Son niños que en sus casas tienen que trabajar a la par de los adultos. Ayudan a levantar la cosecha de algodón, cuidan animales como cabras u ovejas, cortan leña, etc. No tienen computadora, ni televisión, ni juegos de mesa, ni libros, ni juguetes. Por eso, la escuela es muy importante para ellos, porque se divierten aprendiendo y jugando con otros chicos. Respetan muchísimo a sus maestros y sus cuadernos y trabajos son sumamente prolijos mostrando una gran dedicación. Caminan kilómetros (o van en bicicleta o en burro) para llegar a la escuela, con frío o con intenso calor. Estos chicos quieren y cuidan a su escuela. No faltan a clase salvo que sus padres los necesiten para trabajar. Compartieron con nosotros su escaso alimento, también un partido de fútbol y juegos. Nos mostraron el orgullo que sienten por su cultura con sus bailes y zapateos. Se sorprendieron por primera vez ante una computadora que les mostraba las fotos que les habíamos sacado. Los maestros también tienen una vida difícil. Viven lejos, por eso se quedan de lunes a viernes en la casa de un vecino y van a ver a sus familias los fines de semana. Hacen un gran esfuerzo para conseguir útiles, alimentos y materiales para el mantenimiento del edificio. Por la tarde volvimos a Añatuya y al día siguiente emprendimos nuevamente el largo viaje de vuelta. Hay mucho por hacer por estos niños santiagueños, mucho que aprender de ellos (...)
María Julia y Mónica
Fuente: http://escuela696.blogspot.com.ar/

Integrar desde la diversidad y desigualdad

Libertad, Santiago del Estero.
(...) Desde mi punto de vista, educar en la diversidad significa ejercer los principios de igualdad y equidad a los que todo ser humano tiene derecho, lo que conlleva desarrollar unas estrategias de enseñanza-aprendizaje que personalicen la enseñanza en un marco y dinámica de trabajo para todos. Educar para la diversidad expresa el matiz de educar para una convivencia democrática donde la solidaridad, la tolerancia y la cooperación estén presentes y caractericen las relaciones entre los alumnos dentro y fuera del aula; se trataría de ser ciudadanos capaces de valorar y vivir con el que es diferente por razones personales, sociales y religiosas.
Educar en la diversidad requiere, pues, “reconocer la desigualdad de partida de las oportunidades de las distintas personas y de los grupos sociales, a la vez que exige el reconocimiento de valores, normas, intereses y saberes invisibles para la escuela. De aquí la necesidad de lograr que valores como el respeto a los demás, el compartir, la relativización de los propios puntos de vista ante criterios asumidos democráticamente por el grupo, el sentido de equidad, entre otros, se conviertan en factores integrantes del propio proceso” (Rué, 1998, 24).
Fuente: "Sobre la atención a la diversidad", Pilar Arnaiz Sánchez.

domingo, 3 de junio de 2012

Llamada a llevar la fuerza del Evangelio al corazón de la cultura

Creo que, tanto la educación en general, como la educación católica y la evangelización en particular, tienen el desafío de "encarnar" el mensaje en las culturas hacia las cuales se dirigen.
Libertad, Santiago del Estero.
Abordo ahora una segunda cuestión. Como decía recientemente a los miembros de la Comisión bíblica, «el término "aculturación" o "inculturación", además de ser un hermoso neologismo, expresa muy bien uno de los componentes del gran misterio de la Encarnación». De la catequesis como de la evangelización en general, podemos decir que está llamada a llevar la fuerza del evangelio al corazón de la cultura y de las culturas. Para ello, la catequesis procurará conocer estas culturas y sus componentes esenciales; aprenderá sus expresiones más significativas, respetará sus valores y riquezas propias. Sólo así se podrá proponer a tales culturas el conocimiento del misterio oculto y ayudarles a hacer surgir de su propia tradición viva expresiones originales de vida, de celebración y de pensamiento cristianos. Se recordará a menudo dos cosas:
  • Por una parte, el Mensaje evangélico no se puede pura y simplemente aislarlo de la cultura en la que está inserto desde el principio (el mundo bíblico y, más concretamente, el medio cultural en el que vivió Jesús de Nazaret); ni tampoco, sin graves pérdidas, podrá ser aislado de las culturas en las que ya se ha expresado a lo largo de los siglos; dicho Mensaje no surge de manera espontánea en ningún «humus» cultural; se transmite siempre a través de un diálogo apostólico que está inevitablemente inserto en un cierto diálogo de culturas;
  • Por otra parte, la fuerza del Evangelio es en todas partes transformadora y regeneradora. Cuando penetra una cultura ¿quién puede sorprenderse de que cambien en ella no pocos elementos? No habría catequesis si fuese el Evangelio el que hubiera de cambiar en contacto con las culturas.
Los catequistas auténticos saben que la catequesis «se encarna» en las diferentes culturas y ambientes: baste pensar en la diversidad tan grande de los pueblos, en los jóvenes de nuestro tiempo, en las circunstancias variadísimas en que hoy día se encuentran las gentes; pero no aceptan que la catequesis se empobrezca por abdicación o reducción de su mensaje, por adaptaciones, aun de lenguaje, que comprometan el «buen depósito» de la fe, o por concesiones en materia de fe o de moral; están convencidos de que la verdadera catequesis acaba por enriquecer a esas culturas, ayudándolas a superar los puntos deficientes o incluso inhumanos que hay en ellas y comunicando a sus valores legítimos la plenitud de Cristo.
Fuente: Catechesi Tradendae - "Catequesis Tradente", Juan Pablo II.

La Escuela en el contexto rural

Libertad, Santiago del Estero.
Necesidad de formación docente en el contexto rural
La mencionada LEN, en su Artículo 17 define a la Educación Rural como una de las ocho modalidades del sistema educativo nacional. Con esta definición, por primera vez se reconoce su especificidad como una de las alternativas que “procuran dar respuesta a requerimientos específicos de formación y atender particularidades de carácter permanente o temporal, personales y/o contextuales, con el propósito de garantizar la igualdad en el derecho a la educación y cumplir con las exigencias legales, técnicas y pedagógicas de los diferentes niveles educativos”. La presencia de la Educación Rural en la normativa de nivel nacional implica el reconocimiento de su peculiaridad y compromete las decisiones de política educativa. Su inclusión expresa las necesidades y particularidades de la población que habita en contextos rurales, lo cual exige al Estado el desarrollo de propuestas educativas adecuadas. Además, la necesidad de extensión en los niveles inicial y secundario –más imperiosa en ámbitos de mayor aislamiento– pone en evidencia la correspondiente necesidad de formación docente específica para contextos rurales.
Características de las escuelas rurales
Las escuelas primarias rurales de la actualidad comparten algunas características con aquellas que tuvieron su origen en los tiempos de organización del sistema educativo nacional. En épocas de construcción del Estado-nación, la política educativa privilegió la instalación de escuelas allí donde estuvieran las comunidades para garantizar la educación común, conforme los lineamientos de la Ley 1420. A lo largo de la historia esa presencia se ha mantenido y el marco normativo actual expresa la decisión política del Estado de apoyar a esta modalidad. En este sentido, uno de sus propósitos fundamentales es contemplar el contexto particular de cada comunidad y promover el enriquecimiento del capital cultural que portan los alumnos, valorando sus saberes y ampliando sus marcos de referencia en función de las definiciones curriculares para todos los niños del país. Las escuelas rurales son instituciones que dan respuesta a la demanda educativa de comunidades pequeñas, generalmente aisladas, con población dispersa y mayoritariamente caracterizadas por bajos niveles socio-económicos.  
Fuente: Profesorado de Educación Rural. Ministerio de Educación. 

domingo, 20 de mayo de 2012

La diversidad social y la educación

Libertad, Santiago del Estero.
La pertenencia a una clase social determinada va a tener una gran influencia para sus miembros en aspectos tales como el acceso a los estudios, la organización de los procesos de enseñanza aprendizaje que se lleven a cabo según el centro educativo al que se asista y los resultados académicos que se obtengan. La interpretación que se realice de cada uno de estos factores, según la prevalencia o el valor que se les otorgue, ha caracterizado distintos modelos de respuesta educativa en las últimas décadas. De esta manera, el modelo del déficit cultural aparece ligado a la desventaja social y defiende que los alumnos en esta situación proceden de familias o de grupos sociales que viven en situación de discriminación económica o de marginación social; por tanto, desde su nacimiento expuestos a normas, lenguaje, valores y expectativas que determinan situaciones de desventaja con respecto a sus iguales y falta de estimulación y de experiencias. Con el fin de paliar esta situación, la respuesta educativa se centra en el establecimiento de programas de educación compensatoria desde la etapa de la educación infantil, cuya instrucción se caracteriza por la utilización del lenguaje, experiencias, valores y expectativas de la clase media, con la finalidad de “compensar” su déficit cultural y ayudarles a “adaptarse” mejor a las demandas de los centros educativos. Por otra parte, el modelo de las diferencias culturales destaca los rasgos  culturales propios de los grupos étnicos minoritarios o de las clases sociales más bajas (normas, valores, sistemas de creencias y estilos de comportamiento) y trata de llamar la atención del escaso reconocimiento que de los mismos se hace en los centros educativos. Hecho que se relaciona directamente con el mayor fracaso escolar que los grupos minoritarios o de clases sociales más bajas tienen frente a los grupos mayoritarios, y que evidencia la descoordinación existente entre la cultura escolar y la cultura de estos colectivos, provocando un menor rendimiento de estos alumnos y un mayor riesgo de abandono escolar.
Fuente: "Sobre la atención a la diversidad" Pilar Arnaiz Sánchez.

Ley y realidad

Se necesitan muchas manos para poder ver que lo que dice la ley respecto a la educación rural es coherente con la realidad en Añatuya. 
Libertad, Santiago del Estero.
Ley 26.206
Artículo 51: El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo Federal de Educación, es responsable de definir las medidas necesarias para que los servicios educativos brindados en zonas rurales alcancen niveles de calidad equivalente a los urbanos. Los criterios generales que deben orientar dichas medidas son: instrumentar programas especiales de becas para garantizar la igualdad de posibilidades; asegurar el funcionamiento de comedores escolares y otros servicios asistenciales que resulten necesarios a la comunidad; integrar redes inter-sectoriales de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales y agencias de extensión a fin de coordinar la cooperación y el apoyo de los diferentes sectores para expandir y garantizar las oportunidades y posibilidades educativas de los alumnos; organizar servicios de educación no formal que contribuyan a la capacitación laboral y la promoción cultural de la población rural, atendiendo especialmente la condición de las mujeres; proveer los recursos pedagógicos y materiales necesarios para la escolarización de los/as alumnos/as y estudiantes del medio rural tales como textos, equipamiento informático, televisión educativa, instalaciones y equipamiento para la educación física y la práctica deportiva, comedores escolares, residencias y transporte; entre otros.
Fuente: Ley 26.206 - Ley de Educación Nacional. 

La realidad en Añatuya
Las condiciones educativas son muy precarias y muchas de las escuelas carecen del material didáctico necesario. La deserción escolar es muy alta: hay un 30% de analfabetos. Y de los niños que asisten a la escuela sólo un 20% termina la primaria, de los cuales un 25% ingresa a la Educación General Básica (E.G.B.) y sólo un 25% terminan este ciclo. Por otro lado, La Educación General Básica no está implementada en todas las escuelas, siendo las poblaciones rurales las más afectadas, ya que los niños y jóvenes no tienen acceso a este ciclo.



Los primeros aprendizajes de Emilio

Victor García de Hoz dice lo siguiente acerca de la educación: 
"Si el hombre es susceptible de adquirir nuevas formas, 
lo debe a que es un ser finito, una realidad incompleta; las 
nuevas formas que adquiere va completando sus posibilidades de 
ser, es decir, van perfeccionándola. Toda educación es una 
perfección." 
Me pareció que el siguiente pasaje de "Emilio" 
resume el fin de la educación que parte desde el hecho de que el 
ser humano es un ser perfectible.
Libertad, Santiago del Estero.
Emilio tiene pocos conocimientos, pero los que tiene son verdaderamente suyos; no sabe nada a medias. En el pequeño número de cosas que sabe y que sabe bien, la más importante es que hay muchas que ignora y que puede llegar a saber un día, muchas más que otros hombres saben y que él no sabrá en la vida, y una infinidad de otras que ningún hombre llegará a saber jamás. Tiene un espíritu universal, no por las luces sino por la forma de adquirirlas; un espíritu abierto, inteligente, dispuesto a todo y, como dijo Montaigne, si no instruido, por lo menos instruible. Me basta con que sepa encontrar el para qué de todo lo que hace y el porqué de todo lo que cree. Pues una vez más mi objetivo no es darle la ciencia, sino enseñarle a adquirirla cuando la necesite, hacerle estimar exactamente lo que vale y hacerle amar la verdad por encima de todo. Con este método se avanza poco, pero nunca se ve uno forzado a retroceder.
 Fuente: Rousseau, Emilio o de la educación, Libro III.

Educar a una persona es apostar a que podrá hacerlo


Como la hiedra
Libertad, Santiago del Estero.
Al admirar la frondosa hiedra que adorna el jardín, comprendemos que ha crecido como lo ha hecho gracias al apoyo firme que le brindó la pared que cubre. A la vez que le proporcionaba sustento, ese muro oponía resistencia a su desarrollo. En otras palabras, al limitar y ordenar el que podría haber sido su crecimiento anárquico, la pared permitió que la hiedra se elevara en lugar de reptar a ras del suelo.
Durante su reciente visita a Buenos Aires, Fernando Savater volvió a glosar esa metáfora que, a propósito de la educación, utilizó hace un tiempo en su libro El valor de educar. En uno de sus párrafos señala: "Los niños crecen en todas las latitudes como la hiedra contra la pared, ayudándose de adultos que les ofrecen juntamente apoyo y resistencia. Si carecen de esa tutela, no siempre complaciente, pueden deformarse hasta lo monstruoso".
Esta es, tal vez, una de las síntesis más logradas acerca de la esencia de la tarea que enfrenta quien asume la responsabilidad de educar a niños o jóvenes. Lo es porque conjuga los dos elementos que definen toda educación: el apoyo resistente. Apoyo porque educar es, ante todo, alentar, estimular el crecimiento, entusiasmar. Pero ese apoyo es inseparable de la resistencia que es imprescindible ofrecer para educar, tarea que –como afirma Savater– no siempre complace.
Apoyar limitando, estimular guiando, ésas son las condiciones esenciales que debe respetar quien encara las etapas precoces de la educación. Cuando, como en estos tiempos, aceptamos que los recién venidos al mundo no sólo no requieren apoyo de los adultos, sino que hasta llegamos al absurdo de sostener que somos nosotros quienes debemos aprender de los niños, destruimos el principio mismo de la educación, que consiste, precisamente, en brindarles esa compañía inicial que les permita introducirse en un mundo que ya está allí cuando ellos llegan. Hoy, la convicción de que el mundo comienza cada día, con cada nueva generación, está haciendo imposible todo esfuerzo serio de enseñar algo.
Por otro lado, se generaliza la idea de que la educación es una imposición intolerable sobre la libertad del otro. En lugar de pensar que constituye un requisito, una etapa para poder ejercer plenamente esa libertad, se sostiene que la coarta. Por eso es que la absurda tolerancia actual, la cómoda resignación ante la dificultad de enseñar, el horror ante la necesidad de hacer respetar reglas, no oponen resistencia alguna a las personas, lo que las deforma hasta lo monstruoso. Lo mismo que le sucede a la hiedra cuando carece de apoyo y de límites.
Nuestra rápida retirada de la responsabilidad de cumplir la función de adultos –el muro que apoya y limita– es lo que explica mucho de lo que sucede en la sociedad actual. Creciendo como organismos salvajes, abandonadas, sin reparos firmes, las personas exhiben hasta con orgullo sus deformidades; entre ellas, la ignorancia producto de nuestro desinterés. Ser padre o maestro –en otras palabras, intentar educar– supone estar ahí durante el período de formación; como la pared, apoyar, ejerciendo una resistencia incómoda, antipática, poco agradable. Implica brindar, como también afirma Savater, ese "apoyo resistente, cordial pero firme, paciente y complejo que ha de ayudarlos a crecer rectamente hacia la libertad adulta. En esencia, los mayores representan para los hijos o los jóvenes algo muy poco simpático que es el tiempo, la necesidad, la tradición. Son testimonio del hecho de que, de alguna manera, nadie viene al mundo a iniciarlo, sino a soportarlo y, si acaso, a intentar mejorarlo. Si puede". Educar a una persona es apostar a que podrá hacerlo. 
 Fuente: Guillermo Jaim Etcheverry.

domingo, 13 de mayo de 2012

La grandeza de la educación comunitaria

Libertad, Santiago del Estero.
En el proyecto comunitario de vida
La comunidad como tal es un nuevo ser distinto de la sumatoria de sus componentes. Tiene también ella su peculiar carácter y, por lo tanto, desde un punto de vista pedagógico no basta tener en cuenta el proyecto personal de vida de cada uno de los integrantes, es necesario enfocar la educación de la comunidad en cuanto comunidad. También ella tiene que tener su trayecto y sus objetivos educativos.
Toda comunidad debe dar una respuesta viva a las necesidades básicas que busca todo hombre en el seno de los grupos: un clima de verdad, justicia aceptación y afecto y sentido de presencia valiosa en el seno de las comunidades más amplias.
Por eso debe cultivar explícitamente una conciencia lúcida de su identidad y misión, hondas relaciones personales enriquecedoras por el intercambio de vida y experiencia, y debe crear un clima propicio para la participación corresponsable que lleve a sus integrantes a una mayor madurez.
Se reconoce una comunidad como madura cuando se muestra coherente con sus objetivos plenamente compartidos; integrada por la aceptación mutua; organizada en la distribución de funciones y roles; solidaria en la preocupación servicial; corresponsable en esfuerzos concertados; testimonial en su mística vivida.
Fuente: Educación y Proyecto de Vida.

domingo, 22 de abril de 2012

La educación, un tema clave

Lilo Viejo, Santiago del Estero.
Sabemos que el tema educativo es una de las columnas sobre la cual se apoya el crecimiento integral de una persona. Aún en las zonas más carenciadas donde paliar el hambre y la desnutrición es una cuestión central, lo educativo no puede quedar postergado.
Así también lo entiende Adolfo Uriona, obispo de Añatuya, quien en el inicio de su ministerio habló a los directivos de los colegios diocesanos reunidos en Añatuya afirmando que los ejes en torno a los cuales iba a organizar sus iniciativas pastorales serían la “formación del laicado” y la “pastoral de conjunto”.
Con esas ideas en mente los colegios vienen realizando un camino en el que, poco a poco, se empieza a ver como una inmensa red de iniciativas a favor de la educación cristiana. Los directivos y los docentes están verdaderamente convencidos de que la intuición de monseñor Gottau es necesaria de ser llevada a la práctica. La educación es, junto a la evangelización, el medio más eficaz para una auténtica promoción “de todo el hombre y de todos los hombres” que habitan el Chaco santiagueño, territorio de la diócesis.
Fuente: http://www.fundaciongottau.org.a/revistagottauanteriores.php

sábado, 21 de abril de 2012

La escuela rural que resiste en medio del monte

Lo que más me gustó de la siguiente nota es la definición que se da de la escuela rural: "un tesoro en medio del monte". Una de las cosas que me asombró la primera vez que fui a misionar fue la importancia que tiene la escuela para esos parajes. Verdaderamente, para la gente de allá, su escuelita es un tesoro en medio del monte. Es como si fuese el centro de todo, todo pasa por la escuelita. Allá no sólo van los chicos a estudiar, sino que es un lugar de encuentro para la comunidad.
El  Hoyo, Santiago del Estero.
Esta nota que escribió la periodista del diario La Nación Silvina Premat trata sobre una de las obras del obispado de Añatuya que más ayuda recibe de la Fundación Gottau.
"Un tesoro en medio del monte" así define a la escuela agro-técnica San Benito, ubicada en el pueblo de Santos Lugares, uno de los docentes que dictan clases allí. Con él coinciden sus colegas, directivos y alumnos. Y no sólo porque es el único establecimiento educativo que ofrece secundario completo en un área de 80 kilómetros a la redonda al nordeste de Santiago del Estero, una de las provincias más pobres del país.
Fundado en 1987 por iniciativa del sacerdote misionero Duilio Guerrieri, que comenzó ofreciendo como sede la pequeña parroquia en Santos Lugares, el San Benito intenta capacitar a los hijos de las familias campesinas en tareas agrarias y evitar así el desarraigo que golpea duramente esta zona del país. Pero hasta 2009 no habían podido sumar los dos últimos años del polimodal y se dictaban sólo los tres primeros años del EGB III. Ahora, el colegio ofrece formación profesional en huerta, vivero forestal, granja, apicultura, carpintería y agro-ganadería.
Para el padre Juan Ignacio Liebana, profesor de formación cristiana, “este colegio es un tesoro en medio del monte porque, entre otras cosas, da la posibilidad a los chicos de acá de estar comunicados y socializados, algo de lo que carecen los jóvenes de tantos parajes de la zona".
Fuente: http://www.fundaciongottau.org.ar/revistagottau/revista16/revistagottau16h.html

viernes, 30 de marzo de 2012

Siguiendo los pasos de Jesús

En una de las clases durante el curso me quedó una frase resonando: "Lo que pasa en la clase se adhiere al cerebro si se vincula con lo afectivo". Sin ninguna duda que esa fue y es la manera de enseñar de Jesús. Creo también que, las escuelas rurales que conocí en Santiago del Estero, intentan seguir estos pasos. "Escuelitas" que, a pesar de sus carencias, intentan ser escuelas que enseñan a amar y a ser amado. Son escuelas que se vinculan con lo afectivo. Supongo que entonces algo de lo que pasa en esas clases debe quedar adherido al cerebro...
El Hoyo, Santiago del Estero.
Una escuela de amor  
Es maravilloso constatar cómo Jesús comprendió a cada uno de los Apóstoles y los atendió conforme a su propia identidad y circunstancias. Perdonó, consoló, fortaleció y ayudó a cada uno. Lo primero que hizo fue entrar en el corazón de cada uno y hacerse amigo de todos. Su presencia fue siempre amorosa, la del amigo que se dá a conocer y que conoce. La actitud del mejor amigo que no busca ser servido sino que se preocupa por servir a los Apóstoles. Su estilo es el de amar hasta el extremo, dando la vida por los amigos. Esa es la actitud de amigo con la que Jesús ama y enseña a amar.
Los Apóstoles percibieron el amor de Jesús y se sintieron llamados a amarlo. 
Después de hacerse amigo, Jesús ofrece su enseñanza con obras, vida y palabras. Los Apóstoles recibieron del Amigo esa enseñanza y asemejaron, poco a poco, su vida con la del Maestro. Esa es la Escuela que enseña a amar y a ser amado. La Escuela que conjuga la caridad y la verdad.
Fuente: Pontificium opus a sancta infantia, "La escuela con Jesús". 

miércoles, 28 de marzo de 2012

Los hombres y la tierra

El siguiente cuento reflexiona sobre la tarea educativa mostrando las diferentes maneras de educar y de formar al otro. 
Desde lo poco que conozco de Santiago del Estero, tengo la certeza de que la gente de allí se identifica con el último grupo de hombres que menciona el cuento. Gente que tiene muchas menos posibilidades que las que tienen los ladrilleros y menos ciencia que los grandes sabios, pero que tienen una gran riqueza: tiempo y amor por su tierra. Son hombres, mujeres y niños que se familiarizan con su tierra, se identifican con ella. Ellos caminan dejando huella. Y también su tierra va hablando de ellos.
Quilumpa, Santiago del Estero.
Hay muchas maneras de estudiar la tierra. De relacionarse con ella. He conocido un grupo de ingenieros que vinieron al campo, extrajeron pequeñas muestras de tierra, y luego las analizaron minuciosamente en sus laboratorios. Al tiempo volvieron acompañados por otros hombres e instalaron una ladrillería. Arañaron la superficie de la tierra y le sacaron toda la capa fértil. La humillaron prolijamente en el pisadero, la mezclaron con otros elementos, de la zona unos y otros traídos de afuera. Moldearon el amasijo, luego lo resecaron al sol y lo apilaron de a miles formando un hormiguero. El fuego completó la obra, endureciendo esta tierra fértil, desmenuzada sin identidad en una infinitud de paralilepípedos útiles para ser transportados y apilados en cualquier parte.
Cuando se agotó la tierra fértil y el paisaje mostró su rostro agrio de médano y de tosca, esos hombres levantaron el campamento y se fueron a reanundar su minería en paisajes nuevos. No creo que la nostalgia haya tenido nada que hacer en su despedida. Nada dejaban allí esos hombres que fuera obra suya, a no ser los restos de hornallas de color entre rojo y negro, que en ese paisaje de tierra semejaban bocas de puñalada en el cuerpo de un finado.
También he visto un grupo de hombres que en términos científicos hablaban de la fauna y de la flora. De cada yuyo distinto sacaron un par de hojitas. Descubrieron flores raras y se indignaron al comprobar que otras se habían extinguidos. Estos hombres, ¡Con qué respeto y con qué altura hablaban de la tierra! Con términos precisos y correctos aborrecieron el trabajo de los ladrilleros.
Y luego de unos días, agotado ya lo que tenían que decir, se fueron también ellos del paisaje, sin que quedaba de ellos ni un recuerdo en absoluto. A su paso, es cierto, el paisaje no quedó humillado. Pero tampoco se aportó nada nuevo al paisaje. No se vio allí organizarse un trebolar, ni verdear un trigal, ni preñarse los surcos en el batatal.
Al tiempo, una ley declaró a ese paisaje: "Parque Nacional". Y con ello esa tierra fue sentenciada a virginidad perpetua; a ser para siempre tierra de turismo, paisaje para ser gozado o estudiado sin compromiso; con prohibición absoluta de que allí se hiciera ni organizara nada.
Y he visto también otros grupos de hombres. Vinieron con todo lo poco que tenían, y algunos animales. Tenían muchas menos posibilidades que los ladrilleros y mucha menos ciencia que los sabios. Pero tenían una gran riqueza: tenían tiempo y cariño por la tierra.
Comenzaron por incendiar un trozo de pajonal. Ordenaron un pequeño trozo de paisaje y allí se instalaron para vivir. Traían semillas distintas, nuevas para ese paisaje viejo. Al principio todo pareció quedar igual, salvo los pequeño tablones de geografía cambiada. Y la presencia constante de aquellos hombres en diálogo continuo con la tierra, interpelándola por los abrojos, por la quínoa y el chamico.
Nuestros hombres no interpelaban a la tierra por lo visible de la tierra, por lo que la tierra mostraba. Interpelaban a la tierra por lo que en la tierra había de oculto. No se limitaron a recoger u organizar lo que encontraron en su superficie. La incendiaron, la roturaron, la recorrieron tranco a tranco sembrándola de semillas nuevas. Después supieron esperar. Esperaron vigilantes, carpiendo siempre el rebrote del paisaje viejo. Y lo que es importante: vivieron en la tierra; no se fueron de ella.
Eran hombres con fe en la tierra. Con un cariño profundo por la tierra. Sabía que la tierra tiene posibilidades muchísimo más ricas que aquello que puede dar cuando es dejada a sus solas fuerzas. No es que se hayan propuesto liberarla de algo: yuyos invasores o antiguo pajonal. No quisieron liberar la tierra de algo. Quisieron liberar algo en ella. Sus posibilidades ocultas, su capacidad de trigal, su florecer de linares, sus rastrojos de maizal fortificado de trojas.
La tierra aceptó a estos hombres. Les devolvió con inmensa generosidad las semillas que ellos habían sembrado. Al tiempo comenzó a haber una identificación entre esos hombres y la tierra liberada.
Bajo un mismo sol, la tierra y los hombres comenzaron a tener la piel color trigal. Y cuando el hombre se acostó a dormir en el surco, la tierra se levantó a vivir en el alma de sus hijos.
Así cuentan que nació el folklore, con sus coplas.
Fuente: Mamerto Menapace, publicado en "La sal de la tierra", Editorial Patria Grande. 

Verdaderas viñas del Señor

El Hoyo, Santiago del Estero.
"Estas manchas de vegetación que abrazan muchas leguas son verdaderas viñas del Señor, de que el hombre recoge el fruto; son capitales invertidos por la naturaleza que dan un rédito cierto y permanente". Domingo Faustino Sarmiento

Lo rural como escenario del futuro

El Hoyo, Santiago del Estero.
"Si pensamos que la demanda de agro-alimentos y de agro-combustibles será la demanda de toda la humanidad en su futuro más próximo, en la educación agropecuaria se hace necesario promover y generar estrategias de transferencia de conocimientos actualizados que permitan ampliar y profundizar saberes, habilidades y destrezas de los jóvenes de las zonas rurales y fortalecer el desarrollo sostenible del sector agropecuario argentino. Otro desafío de igual envergadura es el de fortalecer las instituciones educativas agropecuarias del medio rural para que impulsen políticas, programas y servicios orientados al desarrollo de una visión integral ­ de producción, de distribución, de comercialización y de exportación­ del sector agro-industrial.
No debemos olvidar que, en este momento, las transformaciones del sector agro-industrial están ocurriendo aceleradamente en todo el país y no solamente en la pampa húmeda. Un ejemplo de esto es la provincia de Santiago del Estero que en los últimos cinco años no solo ha triplicado su territorio sembrado convirtiéndose en la provincia de mayor rinde en la última cosecha de la soja­, sino que también inauguró este año una planta industrial de tractores y cosechadoras y se están proyectando dos plantas productoras de biodiesel. La mayoría de los argentinos no incluiría a la provincia de Santiago del Estero entre las provincias productoras de agro-alimentos ni de agro-combustibles y, sin embargo, eso ya está ocurriendo y es una realidad. Para conseguir esos objetivos en otros contextos, es necesario desarrollar una visión empresarial en los jóvenes rurales y promover el conocimiento de la necesaria diversidad productiva, la comunicación global de lo producido y la innovación permanente para promover la competitividad en el mercado. Es urgente establecer con y entre las escuelas rurales, las agro-técnicas y las agropecuarias una red de servicios de apoyo para las transferencias de estrategias y de tecnologías de producción, distribución y comercialización de la producción realizada. Además, también se necesita desarrollar en los jóvenes rurales una visión actualizada de los mundos contemporáneos para ampliar su capacidad de identificar oportunidades y de emprender y gestionar nuevas realizaciones."
Fuente: La educación rural en la Argentina de hoy.

domingo, 25 de marzo de 2012

Entrando en tierra sagrada

Libertad, Santiago del Estero.
La Diócesis de Añatuya es una de las más pobres de la Iglesia Católica, esta situada al nordeste de la provincia de Santiago del Estero a 190 km. de la capital provincial, y abarca 68.000 kilómetros cuadrados.
La problemática social es compleja y el cuadro de situación general está enmarcado en un escenario socio-económico de marginalidad y pobreza, no únicamente en relación a carencias materiales inmediatas sino a la falta absoluta de oportunidades de reconocerse como ciudadanos plenos y conscientes de los derechos y deberes necesarios para construir su propia historia.
Las problemáticas que aquejan a la población incluyen cuadros de violencia familiar, desnutrición, hacinamiento, maltrato pasivo o activo, falta de hábitos de orden e higiene, entre otros.
Las condiciones educativas son muy precarias y muchas de las escuelas carecen del material didáctico necesario. La deserción escolar es muy alta: hay un 30% de analfabetos. Y de los niños que asisten a la escuela sólo un 20% termina la primaria, de los cuales un 25% ingresa a la Educación General Básica (E.G.B.) y sólo un 25% terminan este ciclo. Por otro lado, La Educación General Básica no está implementada en todas las escuelas, siendo las poblaciones rurales las más afectadas, ya que los niños y jóvenes no tienen acceso a este ciclo.
Fuente: http://haciendocamino.org.ar/nosotros/santiago del-estero-anatuya/ 

Educar en y a la comunión

Libertad, Santiago del Estero.
"Educar en comunión y a la comunión significa orientar a los estudiantes a crecer auténticamente como personas, capaces de abrirse progresivamente a la realidad y de formarse una determinada concepción de la vida, que les ayude a ampliar su mirada y su corazón al mundo que los rodea (...)"
Fuente: "Educar juntos en la Escuela Católica".