domingo, 20 de mayo de 2012

Los primeros aprendizajes de Emilio

Victor García de Hoz dice lo siguiente acerca de la educación: 
"Si el hombre es susceptible de adquirir nuevas formas, 
lo debe a que es un ser finito, una realidad incompleta; las 
nuevas formas que adquiere va completando sus posibilidades de 
ser, es decir, van perfeccionándola. Toda educación es una 
perfección." 
Me pareció que el siguiente pasaje de "Emilio" 
resume el fin de la educación que parte desde el hecho de que el 
ser humano es un ser perfectible.
Libertad, Santiago del Estero.
Emilio tiene pocos conocimientos, pero los que tiene son verdaderamente suyos; no sabe nada a medias. En el pequeño número de cosas que sabe y que sabe bien, la más importante es que hay muchas que ignora y que puede llegar a saber un día, muchas más que otros hombres saben y que él no sabrá en la vida, y una infinidad de otras que ningún hombre llegará a saber jamás. Tiene un espíritu universal, no por las luces sino por la forma de adquirirlas; un espíritu abierto, inteligente, dispuesto a todo y, como dijo Montaigne, si no instruido, por lo menos instruible. Me basta con que sepa encontrar el para qué de todo lo que hace y el porqué de todo lo que cree. Pues una vez más mi objetivo no es darle la ciencia, sino enseñarle a adquirirla cuando la necesite, hacerle estimar exactamente lo que vale y hacerle amar la verdad por encima de todo. Con este método se avanza poco, pero nunca se ve uno forzado a retroceder.
 Fuente: Rousseau, Emilio o de la educación, Libro III.

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