Victor García de Hoz dice lo siguiente acerca de la educación:
"Si el hombre es susceptible de adquirir nuevas formas,
"Si el hombre es susceptible de adquirir nuevas formas,
lo debe a que es un ser finito, una
realidad incompleta; las
nuevas formas que adquiere va completando sus
posibilidades de
ser, es decir, van perfeccionándola. Toda educación es una
perfección."
Me pareció que el siguiente pasaje de "Emilio"
resume el fin de la educación que parte desde el hecho de que el
ser humano es un ser perfectible.
Emilio tiene pocos conocimientos, pero los que tiene son verdaderamente
suyos; no sabe nada a medias. En el pequeño número
de cosas que sabe y que sabe bien, la más importante es
que hay muchas que ignora y que puede llegar a saber un día,
muchas más que otros hombres saben y que él no sabrá
en la vida, y una infinidad de otras que ningún hombre
llegará a saber jamás. Tiene un espíritu
universal, no por las luces sino por la forma de adquirirlas;
un espíritu abierto, inteligente, dispuesto a todo y, como
dijo Montaigne, si no instruido, por lo menos instruible. Me basta
con que sepa encontrar el para qué de todo lo que hace
y el porqué de todo lo que cree. Pues una vez más
mi objetivo no es darle la ciencia, sino enseñarle a adquirirla
cuando la necesite, hacerle estimar exactamente lo que vale y
hacerle amar la verdad por encima de todo. Con este método
se avanza poco, pero nunca se ve uno forzado a retroceder.
Fuente: Rousseau, Emilio o de la educación, Libro III.
No hay comentarios:
Publicar un comentario